Excelencia: Preocupación constante por la calidad del trabajo que se ejecuta, tras imprimirle eficacia al ejercicio profesional. Cumplimiento de los compromisos adquiridos con la mayor calidad, en función de la misión y teniendo como norte la visión de la institución.
Mantener una actitud de superación, mediante el reconocimiento de los propios errores, con la visión de corregirlos, optimizando la actividad.
Responsabilidad: Cumplir de manera oportuna y eficaz con aquellas labores inherentes al ejercicio de una profesión.
Compromiso de asumir las actividades hasta su culminación, atendiendo a todas sus implicaciones.
Capacidad y disposición para responder de los actos propios y en algunos casos de los ajenos.